A VUELTAS CON EL PINGANILLO

Hoy he retomado la almohadilla y el pinganillo para una campaña de ONO. Nunca se puede decir de este agua no beberé y este cura no es mi padre. Al grano, ha sido un cachondeo. Primero han puesto a una compañera sola ante el peligro para empezar la campaña y chequear el sistema y en su primera llamada (todos estábamos detrás de ella escuchando) le dice al cliente que le llama del departamento de calidad de AUNA (que trabajamos para ONO!!!!) y no conforme con eso como el señor no oía bien se lo vuelve a repetir a gritos para desesperación de los demás que pensabamos que nos echaban a la calle a todos en ese mismo momento. Luego hemos empezado todos a emitir llamadas y se ve que nos han puesto una base de datos de la guerra civil porque todos los usuarios de internet a los que hemos llamado rondaban los 80 años, claro todos sordos perdidos o lo que es peor fallecidos, nunca he dado tanto pesame junto y además uno de los abuelos particularmente sordo a mi pregunta de "¿Tiene usted hijos?" me respondía todo el rato "Sí, tengo teléfono fijo". ¿Pero realmente esta gente tiene internet?. Otra de las preguntas es: "¿Cuantas personas viven en su casa?" y el abuelo me dice: "Nadie". Silencio incómodo. ¿Como que nadie? y ¿usted que es? ¿un ente?. Yo como en el sexto sentido, en ocasiones llamo a muertos......